Thursday, November 09, 2006

Capítulo 1 >>>> Vuelta a Hogwarts

Era un año nuevo en Hogwarts. Todo estaba dispuesto para comenzar un nuevo ciclo.

Harry llegaba a King Cross solo por segunda vez en su vida. Había llegado desde privet drive en autobus, y había sido muy incómodo considerando que era el único en el autobus que llevaba un baúl, una escoba (aunque bien disimulada entre sus pertenencias y una jaula con una lechuza dentro.

Se acomodó la jaula de Hedwig bajo el brazo y se encaminó a la barrera. Seguramente Ron y Hermione ya estaban del otro la...

Una chica chocó con él de imprevisto y cayó al suelo. De inmediato se puso de pié y se escondió detrás de Harry.

-Pog favog... No degges que me vea...-

La chica tenía un bello acento frances. A Harry le recordó ligeramente a la voz de Fleur Delacour.

Al parecer la chica se ocultaba de un chico moreno y con apariencia tambien francesa. Era alto y fuerte, pero al parecer un poco torpe (Puede decirse por el hecho de que estuvo a punto de estrellarse con el mismo muro varias veces). Llevaba un ramo de flores en la mano y buscaba entre la gente, estirando el cuello.

El chico, al no verla, retrajo el cuello y bajó la cabeza. Se marchó arrastrando los pies, con aspecto triste y decepcionada.

-Fiu! Ogg... Lo siento tanto... Es que no queggía que me viegga! Es taaan Togpe!! no se como ha avegiguado donde vivo!...`Pggefdegiguía que me dejaga en paz... Ohh! Tu, tu egges...!-

La chica había mirado con más atención a Harry y había enrojecido.

-No cegas... No cegas...-
-Harry Potter, sí.- dijo este con voz cansada.

La chica enrojeció y Harry la miró con más atención.

Era una chica con muy buen cuerpo, trigueña, con cabello corto y lacio de un castaño muy claro, de estatura media y ojos color azul mar.

-Pego cuanto lo siento. Yo no sabía...-
-Está bien.-

La chica enrojeciò más aún y bajó un poco la mirada. Luego sonrió.

-Oh peggo qué maleducada soy... No me he pgesentado. Soy April toggance.-
-Harry Potter. Pero... Torrance? creía que eras francesa.-
-Oggg lo soy. Toda mi familia es fggancesa.-

Aunque Hary no acababa de entender, prefirió no darle más vueltas.

-Supongo que serás una bruja, porque me has reconocido.-
-Oh, sí. Lo soy. He venido a Hogwagts a estudiag este año, pogque me he mudado aquí, a Inglategga. Solía estudiag en Beubatons, pego... ya ves.-
-Beubatons? No conocerás de casualidad a Fleur Delacour?-

La chica sonrió, y asintió con la cabeza.

-Es mi pggima-
-Ah, vaya...-

Se produjo un silencio incómodo.

-Quieres...? Quieres...? Quieres que te muestre como entrar al anden?-
-Oggg sí! Me encantagía. No tengo ni idea de como... En este boleto no dice nada...-

Harry la condujo hacia el anden y atravezaron juntos la barrera. Ya dentro del tren, buscaron un compartimiento. Harry encontró pronto a Ginny (Ron y Hermione ya debían de estar en el vagón de los prefectos) y a Luna, sentadas junto con dos chicas a las que no conocía, pero que parecían de su misma edad.

-Entremos aquí, los demás estan llenos.-

Abrió la puerta del compartimiento y pasó con su baúl, su escoba y Hedwig.

-Hola Harry.- Saludo Luna
-Hola Luna, hola Ginny.-
-Hola Harry. Hermione y Ron ya están en el vagón de los prefectos. Y... oh No sabía que tenías compañía.-
-Lo siento. No tenía intencion de integgumpir. Si quieggen puedo ir a otro compagtimiento...-
-no, está bien, quédate, no procuraba ser descortés.-

April sonrió. "Tiene una sonrisa encantadora" pensó Harry.

-Soy Apgil Toggance. He venido ha estudiag a Hogwagts este año.-
-Ah! Yo soy Ginny Weasley, ella es Luna Loovegood, y ellas son Elizabeth Humpton y... disculpa ¿Cuál dijiste que era tu nombre?-
-Quileia. Quileia Med.-

Harry se volvió a ver a las dos chicas. La primera, elizabeth, era alta, de piel pálida y con ojos color cielo, llevaba el pelo negro, liso, recogido en una cola, pero aún no parecía llegar muchi más allá de los hombros. Harry estaba seguro de haberla visto antes en la sala común de Gryffindor, pero nunca antes habían hablado.

Pero la otra chica, Quileia, le causaba un escalofrío. Era muy bonita, pero también tenía algo de oculto y misterioso en aquella mirada. Aquellos ojos ambarinos le hacían sentir que, a pesar de que él no la conociese a ella, ella sí lo conocía muy bien a él...

-Mucho gusto. Espego que no os moleste que me quede con vosotgos...-
-No, de verdad está bien, aunque estaremos un poco apretados...-

El viaje hacia Hogwarts transcurrió sin más inconvenientes. No se habló mucho, y en lo que sed habló no ocurrió nada importante. Quileia no abrió la boca. Escuchaba con atención. Talvez con demasiada atención. Aunque no podía asegurarlo, Harry estaba casi seguro de que los observaba, evaluándolos. Ron y Hermione no regresaron del vagón de los prefectos. Cosa curiosa... normalmente los prefectos regresan a mitad del trayecto...

El tren se detuvo, y Harry miró con ansia hacia afuera.

Había llegado a casa.

La vista de Hogwarts era imponente. Cuando bajaron de los carruajes, la mayoria lo miraba con respeto y un poco de nostalgia. Todos menos Quileia.Ella sólo sonrió ante la visión del edificio. Esa sonriza... parecía como si hubiera algo oculto en aquella sonrisa.

Harry la miro con atención. Nuevamente, sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.

Quileia se percató de que la miraba. Se volvió a verlo y sonrió. Otra vez aquella sonriza fría.

Harry trató de devolverle la sonriza. Pero los músculos de la cara como que no le respondían. Más bien, en su rostro se formó una mueca. Un vago intento de soriza.

Pero algo lo distrajo, a su izquierda, escuchó el sonido de algo que se rompía.

-Yulie! Debes tener más cuidado con eso. Es el segundo frasco de tinta que rompes.- gritó una chica alta, delgada, de buen cuerpo, con pelo castaño oscuro y claro en mechones hasta la cintura y lacio en las puntas se le hacían tirabuzones, de ojos de color miel, piel un poco palida y con los ojos perfilados de negro
-Lo siento. No sé que me pasa hoy. Cada vez que tomo algo, se me resbala de las manos.- le respondió una chica delgada, de cabello negro rizado hasta los hombros y ojos azul eléctrico
-Pues agárralo con fuerza!-
-No, hablo en serio. Es muy extraño. Es como si mis manos no pudieran sostener nada...-

La chica del cabello castaño arqueó una ceja.

-A ver... déjame ver esas manos.-

La chica llamada Yulie le tendió las palmas.

-Ya sé que te pasa! Te han echado un encantamiento de manos de mantequilla!-
-Arggg! Como es posible que no me haya dado cuenta? Yo saqué sobresaliente en esa clase...!-
-No lo sé...-

Harry volvió a ver hacia a donde había estado Quileia. Pero había desaparecido...

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